El próximo sábado 21 de junio a las 16h00, la tierra de Atuntaqui vibrará con toda la potencia del metal extremo en la primera edición del WHITE EARTH METAL FEST, un evento que promete convertirse en un referente para la escena underground del norte de Ecuador.

Con una entrada accesible de $5, el festival se realizará en el barrio Tierra Blanca, junto a la Base Militar, y contará con un cartel sólido donde confluyen bandas locales y regionales que representan diferentes vertientes del metal más brutal y oscuro.

La propuesta musical está liderada por Metamorfosis, proyecto ecuatoriano que ha venido ganando reconocimiento por su mezcla de death metal técnico y líricas introspectivas. A ellos se suma la reconocida agrupación INFECTOLOGY, una de las bandas más representativas del brutal death metal en Ecuador, cuyo despliegue escénico y precisión técnica les ha valido proyección internacional.

Desde Colombia llega EvilDeath, un tributo a la legendaria banda Death, pioneros del death metal mundial. Su participación promete ser uno de los momentos más esperados de la jornada, especialmente para los fanáticos de Chuck Schuldiner y su legado musical. Completan el cartel bandas de trayectoria y potencia como Sepulcro, Chancro Duro, Intoxicated Mind, Profanación y Tortured Mind, todas ellas representantes del metal más agresivo y visceral.

WHITE EARTH METAL FEST #1 nace con el objetivo de fortalecer la cultura metalera en la Sierra Norte del Ecuador, visibilizando proyectos independientes y fomentando espacios de resistencia sonora y cultural. Más que un concierto, se trata de una reunión entre tribus sonoras, una experiencia de comunidad, catarsis y sonido extremo.

La organización ha apostado por una logística directa, sin pretensiones comerciales, priorizando el contenido musical, el trabajo colaborativo y la autogestión. El lugar contará con espacio amplio, sonido profesional y ambiente seguro para todos los asistentes.

La invitación está hecha: el 21 de junio en Tierra Blanca, Atuntaqui, el metal tomará la tierra con fuerza y autenticidad. Asiste, apoya la escena, y forma parte del primer grito de lo que promete ser una saga festivalera con identidad propia.