Ruffa renace con “Cuerpo B”: música, danza y teatro en una sola respiración creativa
Rafael Herrera, conocido artísticamente como Ruffa, ha construido un universo donde la música, la danza y el teatro conviven con una naturalidad orgánica. Radicado desde hace tres años en Barcelona, el artista chileno continúa tejiendo una propuesta transdisciplinar, emocional y honesta, que lo ha llevado a presentarse en escenarios de Europa y Latinoamérica. Hoy, Ruffa vive un momento crucial: el cierre de su etapa Cuerpo A y el nacimiento de un nuevo ciclo titulado Cuerpo B.
Su primer EP, Cuerpo A (2022), producido por Bocho y Cris Mendeville, exploró un territorio íntimo y físico, donde el cuerpo fue el eje expresivo. Este trabajo trascendió el ámbito musical al convertirse en un mediometraje de danza contemporánea, dirigido por Cristian Pino Anguita, con la participación de 14 intérpretes de distintas disciplinas escénicas. La obra, estrenada por UChile TV, reafirmó el compromiso de Ruffa con un arte que busca conectar emocionalmente con el espectador desde la presencia y la verdad.
Ahora, desde Barcelona, Ruffa se encuentra inmerso en la creación de su segundo álbum, Cuerpo B, producido junto a los argentinos Francisco y Manuel Bergallo. Este nuevo proyecto de seis canciones propone una paleta sonora más expansiva, incorporando funk, bolero y ritmos latinos, reflejando una madurez artística que no renuncia a la sensibilidad. Su presentación en La Bacanal, el pasado 10 de septiembre, fue un sold out compartido con Sosiego (Ecuador) y Gaspar Noes (Chile), consolidando un inicio triunfal para esta nueva etapa.
En paralelo, su camino teatral sigue en ascenso. Como miembro de la Compañía Laboratorio Teatro, Ruffa participó en 18 funciones en el Off del Festival de Avignon 2024, además de presentaciones en Madrid, Sevilla y Granada con la obra Lorca, dirigida por Jessica Walker. Este octubre, debutará en Trovador, inspirada en el universo creativo de Silvio Rodríguez, confirmando su compromiso con un arte que une lo político, lo poético y lo humano.
“Siento que mi forma de protestar es mantener el pálpito humano vivo. Compartir lo sensible, que no se pierda, aunque sea imperfecto. Lo importante es que sea honesto”, expresa Ruffa.
El 2025 se vislumbra como un año decisivo para el artista chileno: mientras el mediometraje Cuerpo A sigue viajando por nuevos escenarios, Cuerpo B comienza a latir como la continuación natural de una obra en constante transformación. Ruffa confirma que su arte, más que un proyecto, es un movimiento vital donde cuerpo, emoción y sonido se funden en una sola esencia.




