La banda chilena Ordaca sigue consolidando su propuesta dentro de la escena latinoamericana con el estreno de “Alimañas”, primer adelanto de su próximo EP. Tras el impacto de su debut “Ciudad Siniestra” (2024), el trío regresa con un tema cargado de sátira, crítica social y un sonido que fusiona la fuerza del rock con elementos más bailables, mostrando la evolución de su estilo y su capacidad de sorprender.

Conformada por Andrés Parra (bajo y voz), Jorge Zapata (bajo y voz) y Emilio Jeldres (batería y voz), Ordaca ha llamado la atención por su inusual formación de dos bajos y una batería, una estructura poco convencional que se ha convertido en su sello distintivo. Esa particularidad les ha permitido crear un sonido demoledor, profundo y único, donde cada instrumento y cada voz suman a una experiencia musical intensa.

“Alimañas” se presenta como una metáfora de las élites que dominan la política, la educación, los negocios y otros espacios de poder. La banda describe cómo estas figuras se infiltran en la sociedad, alimentándose de la pasividad colectiva. Con una lírica directa y contundente, Ordaca busca sacudir conciencias e invitar a la acción: “Ya no basta con quejarse, si seguimos jugando su juego, nada va a cambiar”, señalan.

Musicalmente, el sencillo abre nuevas puertas para el grupo. Si bien mantienen la crudeza y la fuerza de su identidad, no temen incorporar matices pop y ritmos bailables, mostrando que el rock puede reinventarse sin perder su esencia crítica. La canción fue grabada en CHT Estudios y Cotidiano Records, con la mezcla y masterización a cargo de Cristian Mardones (colaborador de Crisálida y Drake), lo que garantiza un acabado profesional de primer nivel.

El videoclip oficial, dirigido por Claudio Araya, suma un elemento visual de gran potencia, con una narrativa cargada de humor absurdo que refuerza el mensaje de la canción. El proyecto contó con la dirección de fotografía de Jamal y la dirección de arte de Paola Kunstmann, respaldados por un sólido equipo de producción que llevó la propuesta a un nivel cinematográfico.

Con este lanzamiento, Ordaca reafirma su compromiso con un rock irreverente, crítico y fresco, asegurándose un lugar destacado en la nueva ola de propuestas que están renovando la música chilena y latinoamericana.