La escena musical quiteña se prepara para un evento histórico: Nepenta, una de las bandas más representativas del rapcore contestatario en Ecuador, regresa a los escenarios después de dos décadas de ausencia. Con un estilo inconfundible que combina la potencia del metal y la energía del rap, la agrupación promete una noche explosiva llena de fuerza, actitud y mensajes directos.

La cita es el próximo 29 de agosto a las 20h00 en La Comarca (Av. Paúl Rivet N30-98, Edificio Melrose Plaza), con acceso libre hasta completar aforo. Una oportunidad única para vivir el reencuentro con una banda que marcó a toda una generación y que vuelve decidida a retomar su lugar en la historia del rock ecuatoriano.

Formada a finales de los años 90, Nepenta se caracterizó por un sonido crudo y poderoso, donde las guitarras agresivas, las bases rítmicas contundentes y las letras cargadas de contenido social se unieron para crear un sello propio. Su propuesta, influenciada por el nu metal y el rapcore, se convirtió en un referente para la música alternativa en Ecuador, llegando a compartir escenario con importantes agrupaciones nacionales e internacionales.

Este regreso no será una simple presentación: el concierto contará con invitados sorpresa que se sumarán a la celebración, además de una fiesta de cierre para sellar con broche de oro el reencuentro con su público. La expectativa es alta, y no es para menos: después de veinte años, los seguidores de Nepenta podrán corear nuevamente sus canciones en vivo y sentir la intensidad de una banda que nunca perdió su esencia.

Más allá de la música, este evento representa una reconexión con la memoria colectiva de una escena que ha evolucionado, pero que mantiene viva la pasión por el sonido alternativo, rebelde y contestatario. El regreso de Nepenta también es un recordatorio del poder de la autogestión y la independencia artística en un panorama donde cada vez más bandas buscan dejar huella fuera de los circuitos comerciales.

La invitación está hecha: el 29 de agosto, Quito será testigo de un momento que quedará grabado en la historia del rock nacional. Una noche para reencontrarse con el pasado, vivir el presente y encender la llama de lo que está por venir para Nepenta.