Hay canciones que trascienden generaciones y que, lejos de quedar atrapadas en el tiempo, renacen con nuevas formas y significados. Ese es el caso de “La Puerta de Alcalá”, un himno inmortal que la banda alicantina Sekía ha decidido reinterpretar en clave de rock potente y visceral.

Con más de dos décadas de trayectoria, Sekía regresa a la escena con una propuesta arriesgada: transformar un ícono de la música popular en una descarga de guitarras afiladas, riffs intensos y una base rítmica demoledora. Su versión no busca la nostalgia, sino la reinvensión. La piedra de Madrid se convierte en roca viva, con un nuevo protagonista: el Puig Campana, montaña emblemática de Finestrat (Alicante) que se erige como símbolo de las raíces y la identidad de la banda.

El lanzamiento llega acompañado de un videoclip cargado de fuerza visual, donde la montaña sustituye al monumento madrileño, proyectando un mensaje claro: la música también es territorio, memoria y pertenencia. Para Sekía, el Puig Campana es su propia Puerta de Alcalá, un guardián natural que, como ellos, ha resistido el paso del tiempo.

Lejos de ser una simple versión, este trabajo refleja la esencia de la banda: un rock honesto, crudo y sin artificios. Sekía no solo toca música, la vive. Su historia incluye haber compartido escenario con referentes como Barón Rojo o Loquillo, además de proyectos propios como “Diario de una banda”, donde muestran la vida real detrás del escenario.

Con su formación actual —Goyo, Germán, David, Tuti y Ramiro—, Sekía demuestra que los clásicos nunca mueren: solo esperan a que una guitarra los despierte con nueva fuerza.