El próximo 27 de septiembre, los amantes del metal extremo tienen una cita ineludible en Ambato. Succubus Cantina será el epicentro de una noche que promete sacudir los cimientos del underground nacional con el evento “Brutal Concert”, donde tres de las propuestas más sólidas del death metal ecuatoriano compartirán escenario.

Encabezando esta trilogía de brutalidad, Perpetual Devourer llega desde Quito cargados con su propuesta de death metal crudo y sin concesiones. Esta banda ha sabido construir una reputación sólida en el circuito underground nacional, y su presencia garantiza una dosis de intensidad que pocos grupos logran igualar. Sus riffs devastadores y la potencia de su propuesta sonora los han convertido en referentes obligados para quienes buscan autenticidad en el metal extremo.

La noche no sería completa sin Gastrorrexis, la propuesta brutal de San Gabriel que ha demostrado que el death metal no conoce fronteras geográficas. Con su estilo directo y agresivo, esta banda aporta esa dosis de ferocidad que caracteriza al mejor metal nacional.

Completando el cartel, Mathrem desde Ambato representa la escena local con su death core demoledor. La banda anfitriona tiene la responsabilidad de demostrar que el talento metalero no se concentra únicamente en las grandes ciudades, y conociendo su trayectoria, seguramente cumplirán con creces.

Quizás uno de los aspectos más destacables de este evento es su precio: apenas $5 la entrada. En tiempos donde los conciertos suelen ser prohibitivos para muchos bolsillos, esta tarifa democratiza el acceso a una experiencia musical de calidad. Es una oportunidad única para que tanto veteranos como nuevos seguidores del género puedan acercarse al death metal nacional sin que el factor económico sea una barrera.

El evento arranca a las 20:00 en Succubus Cantina, ubicada en la Av. José Peralta y Psje Salvador López, en el sector de Huachi Chico. Para una escena musical que constantemente busca espacios y oportunidades, iniciativas como esta representan mucho más que un simple concierto: son la prueba de que el metal extremo ecuatoriano está vivo, creciendo y encontrando su propia voz.